Violencia obstétrica en hospital general de Cuetzalan: incumplimiento de recomendaciones y falta de atención a víctimas

Ninguna de las cinco recomendaciones por violencia obstétrica contra el Hospital General de Cuetzalan ha sido cumplida cabalmente, según revelan las víctimas, activistas y habitantes. A pesar de que han pasado casi ocho años desde la primera recomendación emitida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y casi tres años desde la primera recomendación por la Comisión Estatal de Derechos Humanos, no se ha observado un cumplimiento total en las prácticas del nosocomio ni en la reparación del daño a las víctimas.

Leticia Reyes Juárez, una destacada activista con más de 10 años de experiencia en temas de salud, se involucró en apoyo a las mujeres indígenas después de darse cuenta del gran número de quejas que señalaban presuntas negligencias médicas. Su compromiso aumentó cuando varias familias se acercaron a ella para exponer diferentes problemáticas relacionadas con el hospital, incluyendo una familia que había perdido recientemente a su bebé.

Reyes Juárez siguió los casos y acompañó las denuncias hasta lograr la primera recomendación por parte de la CNDH. Más familias se acercaron a ella y presentaron más casos, cuatro de los cuales derivaron también en recomendaciones.

"Todas querían justicia, todas querían ser escuchadas", afirmó Reyes Juárez. "De las cinco recomendaciones emitidas hasta ahora: ninguna se ha resuelto al 100%. Todas fueron emitidas por expertos que investigaron cada caso".

Todas estas recomendaciones subrayan la necesidad urgente de capacitar al personal médico e incluyen también medidas como garantizar la presencia de especialistas como ginecólogos, anestesiólogos y pediatras en el hospital. Sin embargo, las dos primeras recomendaciones emitidas por la CNDH fueron cerradas con muchas deficiencias en cuanto al cumplimiento de estas medidas, incluyendo la falta de disponibilidad de servicios básicos como ultrasonidos.

A pesar de que se implementó un programa para resolver estas deficiencias, Reyes Juárez afirmó que este nunca fue funcional y generaba más gastos para las embarazadas. Además, otras dos recomendaciones emitidas a nivel estatal también fueron cerradas sin garantizar atención médica ni psicológica adecuada.

Reyes Juárez destacó que es necesario trabajar más para solucionar todas estas deficiencias y asegurarse de que el hospital cuente con personal médico y los recursos necesarios para evitar futuras negligencias médicas.

Destacando la importancia del funcionamiento adecuado del hospital general en Cuetzalan -que atiende principalmente a personas de escasos recursos económicos-, Reyes Juárez instó al personal del hospital, a la sociedad y al gobierno a trabajar juntos para abordar los problemas existentes.

Además, señaló la falta de seguimiento constante por parte del Gobierno respecto al cumplimiento de las recomendaciones emitidas. "Lo que pedimos es que el gobierno voltee su mirada hacia la sierra", expresó Reyes Juárez. "No estamos en contra del hospital; simplemente queremos solucionar estas graves deficiencias".

Finalmente, reveló otro problema: desde hace un año no cuentan con ninguna de las 11 cunas radiantes destinadas a bebés prematuros debido a problemas técnicos. Aunque han sido autorizadas, las cunas siguen almacenadas en la capital poblana sin que se les haya devuelto al hospital en Cuetzalan.

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