Violencia en la autopista México-Puebla: testimonios de terror y desprotección

En la autopista México-Puebla, los incidentes de asaltos y secuestros están en aumento, generando un clima de miedo y tensión entre los usuarios habituales de esta vía. Gerardo Tapia, quien recientemente vivió un intento de asalto en la autopista, describe el terror que sintió al verse obligado a detenerse tras el destrozo de su neumático por un ladrillo colocado intencionalmente en su camino.

Este tipo de modus operandi se ha vuelto recurrente en la autopista, sin embargo, las autoridades carecen de estadísticas oficiales sobre estos hechos que aterrorizan a quienes deben cruzar diariamente por esta vialidad. A pesar de ello, diversos incidentes recientes han sacudido la tranquilidad de los usuarios, como el secuestro exprés sufrido por Blanca Alcalá Ruiz y el asesinato de Adela Guadalupe N.

Ante estas situaciones alarmantes y la falta de información oficial sobre los robos a automovilistas en esta vía federal compartida entre Puebla y México, diversas organizaciones han alertado sobre el peligro que representa transitar por ella. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta julio pasado se iniciaron mil 356 carpetas investigación por robo a transportistas en Puebla.

Estas cifras alarmantes han llevado a muchos usuarios como Gerardo Tapia a modificar sus hábitos al cruzar por esta peligrosa autopista. La violencia normalizada ha generado un clima tenso entre los habitantes cercanos a la vía comercial Río Frío. Incluso comerciantes locales han visto una disminución significativa en sus ganancias debido al incremento de asaltos que afectan tanto a los automovilistas como a los transportistas.

La sensación generalizada es una mezcla entre miedo e impotencia ante la vulnerabilidad ante estos actos delictivos ocurridos con frecuencia en una carretera clave para las comunicaciones terrestres entre Puebla y Ciudad México.