Vecinos de Castillotla padecen por malos olores y problemas en la red de drenaje debido a actividad irregular en un domicilio

Vecinos de las calles 143 Poniente y 23 sur, en Castillotla, han estado sufriendo durante casi cuatro años debido a los olores fétidos y problemas en la red de drenaje que son causados por una actividad aparentemente irregular que se lleva a cabo en un domicilio. En este lugar se procesa huevo y constantemente se arrojan desechos a la tubería general del servicio.

"No podemos abrir las ventanas porque si lo hacemos, el olor está ahí. Yo echo cloro y todo en mi casa, pero el aroma es horrible. Aunque adentro diga que huele a cloro, el olor desagradable está presente en el ambiente", dijo Rosa María Trejo, una vecina afectada.

Según relató la afectada, hace un par de años el propietario del lugar se comprometió a regularizar su actividad económica para dejar de perjudicar a los residentes de esa zona de la ciudad. Sin embargo, solo por un tiempo se dejó de observar la tira de desechos y percibir el mal olor.

Vianey Domínguez agregó que los responsables del domicilio han adoptado una actitud agresiva. Por lo tanto, ya no es posible dialogar con ellos para llegar a un acuerdo. Es necesaria la intervención del gobierno municipal antes de que esta situación pueda provocar problemas de salud.

"Es un olor desagradable porque pienso que manejan como huevos podridos y también creo que es un foco de contaminación. No estamos nada cómodos aquí y quisiéramos que se regularizara o cerrara porque eso no debería estar ocurriendo", añadió Patricia Nekoechea, otra de las afectadas.

Ángel Gutiérrez mencionó que a la actividad económica irregular de su vecino se suma el hecho de que hace aproximadamente dos semanas comenzó obras de modificación en su vivienda. Estas obras prácticamente invaden la banqueta y obligan a los peatones a bajar al arrollo vehicular.

Señaló que no es el único vecino en esa zona que invade el espacio destinado a los transeúntes. Por lo tanto, los residentes solicitan la intervención de la Secretaría de Desarrollo Urbano para poner orden y evitar que los particulares se apoderen de las banquetas.

Los vecinos mostraron un expediente con las quejas que han llevado al gobierno municipal para pedir su intervención. Incluso señalaron que hace dos años ya se había clausurado el lugar, pero aparentemente el dueño retiró los sellos y sigue operando impunemente.

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