Transporte ilegal y peligroso en la Vía Atlixcáyotl: Sin permiso pero a bajo costo

En la zona de la Vía Atlixcáyotl, un hombre sin temor grita constantemente "Va para Atlixco", "Va para Izúcar" mientras autos y vehículos están estacionados en la gasolinera. A pocos pasos se encuentra la terminal de autobuses Oro. Este hombre, conductor de una combi amarilla, como muchos otros en el lugar, ofrece viajes foráneos a bajo costo sin tener permiso regular para operar.

Una mujer de aproximadamente 40 años se acerca a él con una cangurera y una libreta donde anota los horarios y salidas de los vehículos. Los pasajeros responden al llamado, algunos preguntando sobre su destino mientras otros suben rápidamente al vehículo como si fueran viajeros frecuentes y conocieran el proceso.

Los primeros pasajeros esperan dentro del vehículo hasta que haya aproximadamente seis personas antes de salir de la gasolinera. Parece que no tienen presente el fatal accidente ocurrido hace poco tiempo cuando un taxi pirata dejó un muerto y siete heridos. Unos cinco minutos después, cuando la mujer da la orden de salida, el conductor inicia el viaje hacia Atlixco e Izúcar.

El conductor es un hombre joven que maneja una combi amarilla con placas particulares que solía ser utilizada para transporte escolar en el pasado. Explica que hace paradas tanto en Central de Autobuses Puebla CAPU como en Vía Atlixcáyotl donde recoge pasajeros con destino a Atlixco, pero cobra $45 pesos en CAPU y $30 pesos en Vía Atlixcáyotl.

No hay dispositivos por parte autoridades para supervisar que estos vehículos tengan licencia de transporte adecuada, por lo que circulan sin problemas. En el interior de la unidad viaja una mujer que trabaja como empleada doméstica en Lomas de Angelópolis y utiliza este tipo de transporte a diario porque considera que es más rápido y hace paradas donde sea necesario, sin tener que llegar a la terminal. Aunque solo hay una diferencia de $5 pesos respecto a los autobuses regulares, para ella representa un importante ahorro económico.

En otro asiento viaja una mujer con su bebé en brazos luchando por no caer debido a la alta velocidad con la que maneja el conductor y la falta de cinturón de seguridad. También menciona el beneficio del bajo costo ya que no utiliza este tipo de transporte frecuentemente.

La única exigencia para operar en esta zona es contar con una licencia vigente y un comprobante de domicilio. En contraste, los taxis regulares necesitan licencia específica para circular además de contar con seguro y permisos del servicio mercantil.

El conductor explica que los conductores deben entregar dinero diariamente dependiendo del tamaño del vehículo para poder operar en la zona. Los automóviles pagan $300 pesos al día, camionetas pequeñas (tipo Van) $600 pesos y combis pagan mil 500 pesos.

Existe otra terminal donde también operan vehículos sin permiso: el estacionamiento Plaza Los Gallos cerca CAPU. Aquí se encuentran combis estacionadas junto con algunos asientos simulando espera y módulos donde se pueden adquirir boletos hacia diferentes destinos. El lugar tiene reglas visibles como no tomar fotografías o videos para evitar poner en peligro a otros pasajeros.

Según el director general de Corresponsabilidad en el Transporte, esta práctica es peligrosa ya que los taxis piratas no están registrados ni habilitados para ofrecer servicios de transporte público. Son más propensos a tener accidentes debido a su exceso de velocidad y no son conducidos por choferes capacitados. Además, las unidades carecen de seguro para viajeros y las aseguradoras no cubren daños cuando los vehículos son utilizados para un servicio diferente al establecido en la póliza.

El representante de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) capítulo Puebla considera que este modelo se debe a la falta de oportunidades laborales donde aquellos con vehículos buscan generar ingresos sin tener que cumplir con todos los trámites necesarios. También menciona la falta de transporte establecido o deficiente como otra razón por la cual existe este "pirataje".

Para reducir la presencia del transporte irregular se sugiere una mayor coordinación entre autoridades federales, estatales y municipales para realizar operativos en carretera. Según la ley estatal, las autoridades municipales deben participar activamente en los operativos relacionados con movilidad. Sin embargo, critica el bajo número de personal encargado de estos operativos y sugiere incrementarlo para poder combatir efectivamente este problema.

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