Terapeutas tradicionales en la Sierra Nororiental de Puebla enfrentan riesgos por falta de pago y desinterés en preservar las técnicas ancestrales
La falta de pago desde el mes de enero, la despreocupación por parte de las autoridades y la falta de interés por preservar las técnicas ancestrales ponen en peligro la continuidad del trabajo que realizan los terapeutas tradicionales en los módulos de medicina tradicional ubicados en la Sierra Nororiental de Puebla. El testimonio directo con Teresa González, terapeuta tradicional en dicho municipio, revela que su mayor preocupación es evitar la desaparición gradual de esta medicina: "no queremos que desaparezca", enfatizó.
Pese a haber planteado ya este problema desde el año pasado, aun no reciben ninguna ayuda económica ni cuentan con seguro social o algún tipo prestación. Por si fuera poco, han optado por pagarles únicamente 50 pesos por consulta durante más diez años. En lo que va del año no han recibido ningún pago para los servicios ya prestados. Una situación terrible e indignante para quien trabaja arduamente y ofrece sus servicios a toda una comunidad.
En el módulo ubicado en este municipio contienen un equipo especializado conformado por hueseros, parteras y curanderas quienes se encargan, además, del cultivo natural de hierbas curativas utilizadas para preparar los productos medicinales necesarios. Cabe destacar que estos terapeutas son especialistas debido a una herencia familiar antigua y todo ello se suma a cursos y talleres sobre esta práctica ancestral.
No cabe duda alguna acerca del buen trabajo realizado ya que se ven visitas constantes provenientes incluso desde otros estados como Ciudad México y Estado México.
La entrevistada denunció frente al desconocimiento e incertidumbre acerca de la restructuración del sistema de salud Federal que desaparece al Instituto de Salud para el Bienestar e intensifica el programa "IMSS-Bienestar". Esto, aunado a la falta de promoción adecuada y al desinterés en las nuevas generaciones por mantener esta tradición, los introduce a un círculo vicioso del cual es difícil salir.
La petición al gobierno del Estado es que no solamente les paguen lo correspondiente sino también les ayuden en la promoción y difusión adecuadas para conservar esta práctica ancestral. Es algo muy bonito que se considera una tradición invaluable debido a su antigüedad transmitida generación tras generación.
Como último apunte cabe destacar que entre todos los terapeutas colaboradores existe un sentido fuerte de familia y compañerismo en el equipo. Ello incluso les permite compartir alimentos con aquellos menos favorecidos. Pese a los bajos ingresos que reciben gracias a su trabajo, fueron capaces de juntarse y viajar juntos para hacer un ritual en la playa durante el año pasado.
No obstante, con estos retrasos económicos constantes, Teresa González se ve presionada por atender su cirugía oncológica cuyo tratamiento deberá ser costeado sin recursos gracias a la falta injustificada de pagos desde hace ya cinco meses. Si no resuelven este problema urgentemente se perderán más vidas valiosas dedicadas completamente al cuidado médico ancestral mexicano.