Representando a Jesús en Viernes Santo: Un sacrificio físico y espiritual

En San Felipe Hueyotlipa, representar a Jesús en una procesión de Viernes Santo implica un gran sacrificio, según señala Osvaldo Coyotl, uno de los más jóvenes en asumir este papel. A sus 26 años, durante el día del viacrucis no consume ningún alimento como parte del ayuno exigido por la religión católica.

El joven carga una cruz de 90 kilos bajo el sol y es golpeado, enfrentando la prueba más grande del año. Además, ha dejado de consumir ciertos alimentos y se prepara físicamente intensamente para esta encomienda.

Este año su representación está dedicada a su abuela fallecida recientemente, quien lo acompañó desde pequeño y siempre apoyó su deseo de interpretar a Jesús.

Tras la conclusión del viacrucis experimenta una lenta recuperación que incluye dolor e inflamación por varios días. A pesar de esto, continúa con sus actividades cotidianas y mantiene su preparación espiritual para conservar la tradición y transmitir el mensaje de amor de Jesús a otros.

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