Reapertura de bebederos en Ciudad Universitaria para garantizar el consumo de agua purificada a los estudiantes.
La Rectora María Lilia Cedillo Ramírez ha puesto en marcha la reapertura de 12 bebederos en Ciudad Universitaria (CU), con el objetivo de atender el consumo de agua purificada y reducir el uso de plásticos desechables. Cada uno de estos bebederos tiene la capacidad de producir seis litros por minuto, asegurando así un suministro constante para los estudiantes.
Esta iniciativa surge a raíz de la pandemia, que llevó al cierre temporal de los bebederos y provocó daños en sus filtros. Ahora, se ha modificado el sistema y se han instalado implementos de mejor calidad para proporcionar este servicio a los alumnos, apoyar su economía y contribuir a la reducción del volumen de plásticos en el medio ambiente.
En CU ya se han puesto en funcionamiento 12 bebederos, mientras que en dos meses más se instalarán otros 14 en diferentes sedes universitarias de la ciudad. Posteriormente se habilitarán 16 más en los complejos regionales, garantizando así que toda la población estudiantil sea beneficiada.
La directora de la Facultad Ingeniería Química, María Guadalupe Tita Vázquez Espinosa Monteros, destacó que estas acciones fueron posibles gracias al apoyo brindado por las autoridades universitarias. El proyecto cuenta con un equipo integrado por personal especializado y diversas dependencias universitarias supervisadas por la Rectoría.
En cuanto a las mejoras realizadas en los bebederos, Vladimir Escalante Pozos, responsable del proyecto explicó que se llevó a cabo una reingeniería aumentando el área filtrante con zeolita y carbón activado, lo que permitió tratar distintas calidades de agua. También se implementaron mejoras por ósmosis inversa, incrementando el rendimiento del bebedero y aprovechando al máximo el recurso hídrico.
El consumo de agua en estos bebederos es seguro para los estudiantes, ya que cuentan con germicidas y una lámpara de luz ultravioleta que altera la cadena de ADN de los microorganismos presentes en el agua, previniendo su reproducción. Además, se ha establecido un programa en colaboración con el ICUAP y el Laboratorio de Suelos para realizar un monitoreo constante de la calidad microbiológica en todos los bebederos en servicio.
Cada uno de estos bebederos cuenta con un tanque hidroneumático con capacidad para 260 litros. Cada vez que se vacía la mitad del sistema, se prende automáticamente para comenzar a producir más agua purificada, asegurando así un abasto continuo. Esta iniciativa utiliza tecnologías avanzadas para garantizar eficiencia sin descuidar la sostenibilidad del proyecto.