Preocupante aumento de suicidios en Puebla: Se requiere atención y prevención
En Puebla, el año pasado se registraron 287 suicidios, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esto significa que cada 30 horas hubo un caso de muerte por lesiones autoinfligidas en el estado. Aunque la entidad se encuentra por debajo de la media nacional en número de suicidios, los especialistas advierten que siempre hay signos de alerta a los que se debe prestar atención para prevenirlo.
Puebla está entre los estados con menores tasas de suicidio en el país, con un promedio de 2 a 4 casos por cada 100 mil habitantes. En contraste, Chihuahua, Yucatán y Aguascalientes registraron las cifras más altas, con un promedio de 12 casos por cada 100 mil habitantes.
A pesar de haber tenido una disminución del 20% en muertes por lesiones autoinfligidas en comparación con el año anterior (en el que se contabilizaron 359 casos), a nivel nacional ha habido una tendencia al alza en los últimos cinco años. Entre 2017 y2022 hubo un incremento del suicidio, pasando de 5.3 a6.3 casos por cada100 mil habitantes. Esto significa que ha habido mil629 suicidios más en comparación con el primer año mencionado.
Ante esta problemática social, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha centrado su tema principal en "Crear esperanza a través dela acción", llamando así a la sociedad para contribuir desde la colectividad para prevenir estas muertes.
Según los especialistas psicólogos,a menudo el suicidio es el resultado de una serie de problemas que las personas arrastran. Siempre existen señales de alerta a las que se debe prestar atención para identificar posibles tendencias suicidas y buscar ayuda profesional a tiempo.
Un caso ejemplar es el de Aldo, quien se quitó la vida a los 25 años en el municipio de Amozoc. Había tenido un intento fallido previo y enfrentaba diversos problemas relacionados con el uso de drogas. Según su tía, Alma,el suicidio podría haberse evitado si sus familiares lo hubieran apoyado para superar sus adicciones y otros problemas personales desde una edad temprana. La muerte de Aldo ha generado sentimientos de culpa entre quienes lo conocían y no pudieron evitar su suicidio.
El caso demuestra cómo un suicidio afecta inevitablemente a las familias o al círculo más cercano del fallecido. A seis años del trágico evento, Alma considera que todavía hay miembros de su familia que necesitan apoyo psicológico para superar la pérdida.
Alma cree que aún falta mucho por hacer para prevenir estas muertes.Desafortunadamente, hay personas que no muestran signos evidentes detendencias suicidas pero están en riesgo debido a problemas como depresión o salud mental sin tratar adecuadamente.Por eso opinaque deberían realizarse más campañas informativas sobre salud mentalpara normalizar la búsqueda decuidados psicológicos o psiquiátricos.Además, sugiere acercar estos servicios a la población en general para promover la terapia psicológica como algo beneficioso e indispensable.