La construcción del estadio olímpico mexicano
El arquitecto Augusto Pérez fue el arquitecto al que se le asigno el proyecto de construcción del estadio, junto a Jorge Bravo Jiménez y Raul salinas Moro en marzo de 1950. El arquitecto se baso en los estadios de Roma, Florencia y Berlín para diseár el Estadio de México. Tuvo que enfrentarse a varios "problemas", como el de dar una buena amplitud visual y una buena comodidad en las gradas.
El estadio se ubicó en el Pedregal de San Ángel y la primera piedra que se puso para su construcción fue el 7 de agosto de 1950. Para realizar el estadio fue necesario contar con más de 10.000 obreros trabajando durante las 24 horas del día. Gracias a ello, el estadio se completó en tan solo 8 meses, todo un record que tuvo un coste de 28 millones de pesos.
El estadio contó en su construcción con una visión futurista, un modelo adelantado a su época, contando con un jardín botánico, un gimnasio cerrado, canchas de calentamiento y una piscina.