Mejoras en el Protocolo Alba: Esperanza para las familias de personas desaparecidas en Puebla
La madre de Nadia Guadalupe Morales Rosales, quien desapareció hace seis años en Puebla capital, ha expresado su esperanza de que las recientes actualizaciones del Protocolo Alba, aprobadas por la Fiscalía General del Estado (FGE), aborden las deficiencias en las búsquedas y brinden un trato más humano a las familias afectadas. En una entrevista con El Sol de Puebla, Victoria Rosales señaló que es demasiado pronto para evaluar si estas modificaciones serán efectivas o no.
Rosales destacó el hecho de que se reconozcan los derechos de los familiares en los procesos de búsqueda como un avance importante. Sin embargo, también lamentó la falta de interés y participación real por parte de la FGE y otras instituciones involucradas en estos procedimientos. Según ella, se han priorizado acciones superficiales como la colocación de volantes sobre la recopilación de información relevante o el seguimiento efectivo.
Además, denunció que a menudo los fiscales no informan a las familias sobre el progreso de las investigaciones, lo que genera incertidumbre y dudas sobre si se está trabajando adecuadamente en cada caso. También criticó la falta de inclusión y participación activa por parte de familiares durante las búsquedas.
El Protocolo Alba fue actualizado por última vez este año gracias a una serie modificaciones realizadas por la FGE con el objetivo principal de acelerar las investigaciones. Entre estas reformas destaca el inicio inmediato del proceso dentro 24 horas posteriores al reporte inicial e incluye la incorporación constante y directa con todos los miembros afectados durante todas las fases del protocolo.
En este sentido, Rosales subrayó la importancia de actuar rápidamente durante las primeras horas después de una desaparición para aumentar las posibilidades de encontrar a la persona desaparecida. Sin embargo, lamentó que en su caso particular y en otros casos acompañados por el colectivo Voz de los Desaparecidos, los funcionarios ministeriales no siempre están capacitados adecuadamente para utilizar protocolos especializados en casos de mujeres y niñas desaparecidas.
Rosales también señaló que ha habido obstáculos burocráticos que han retrasado la búsqueda de su hija, como la falta oportuna solicitud y obtención de registros telefónicos relevantes. Según ella, algunos funcionarios ministeriales no son conscientes o no saben cómo llevar a cabo investigaciones adecuadas.
La activista hizo hincapié en la necesidad de capacitar al personal del Ministerio Público y otras instituciones involucradas para garantizar una acción rápida y efectiva durante las primeras 24 horas después del reporte inicial. Asimismo, solicitó una mayor sensibilidad por parte de las fuerzas policiales y un mayor compromiso con los procedimientos.
En conclusión, Victoria Rosales ha expresado sus esperanzas pero también sus reservas sobre las modificaciones recientes al Protocolo Alba en Puebla. Si bien reconoce los avances realizados en términos legales, insiste en que es necesario un cambio real tanto a nivel burocrático como humano para abordar adecuadamente los casos de personas desaparecidas y brindar respuestas a sus familiares afectados.