Madre lucha por recuperar la custodia de su hijo tras sufrir violencia de género y amenazas por parte de su ex pareja

Durante muchos años, Verónica González ha sido víctima de violencia por parte de su pareja. Después de finalmente lograr salir de esa relación tóxica y reconstruir su vida con otra persona, su ex pareja se enfureció. Este hombre, lleno de celos, decidió arrebatarle a su hijo con el objetivo de hacerle daño. A pesar de que el niño presenta moretones durante las visitas y tiene problemas dentales evidentes, el padre nunca ha presentado argumentos sólidos para obtener la custodia total.

En una entrevista exclusiva, Verónica relató: "Me separé en 2020 y en 2022 comencé una nueva relación. Esto no le gustó a mi ex pareja y ahí fue cuando empezaron el acoso y las amenazas. Él es muy amigo del cuñado de Tony Gali, y desde ese punto comenzaron sus amenazas diciendo que me quitaría a mi hijo".

A pesar del difícil panorama al que se enfrenta actualmente, Verónica permitió que su ex pareja y sus ex suegros pudieran ver al niño. Se había establecido un acuerdo en el que un día y a cierta hora pasarían por él; sin embargo, cuando ella fue a recogerlo no quisieron entregárselo argumentando que era una mala madre.

Desesperada por la situación e intentando obtener ayuda legalmente, Verónica solicitó apoyo a la policía municipal de Coronango. Pero lamentablemente descubrió que eran amigos cercanos del padre del niño y no tomaron ninguna acción para ayudarla.

Además del abuso físico presente durante las visitas paternales, también se han insertado mentiras sobre ella como madre y su relación actual. El padre del niño alega que Verónica le pega al niño e incluso afirma que también es víctima de violencia por parte de su nueva pareja. Sorprendentemente, las autoridades parecen haber creído las palabras del padre sin hacer una investigación exhaustiva.

En este contexto, Verónica solicitó visitas y convivencias con su hijo, pero lamentablemente se lo negaron. En el primer intento de visita después de este revés legal, el padre del niño la agredió físicamente y chocó su auto mientras ella estaba embarazada. A pesar de todo esto, su abogada le sugirió no presentar una denuncia.

A medida que avanza en su lucha para recuperar a su hijo, Verónica se ha encontrado con numerosos obstáculos administrativos y judiciales. Los expedientes han desaparecido misteriosamente, los dictámenes psicológicos no se han realizado adecuadamente y el Centro de Convivencia Familiar Supervisada (Cecofam) no entrega informes.

Para empeorar aún más las cosas, algunos abogados poco eficientes han cobrado grandes sumas de dinero sin mostrar ningún progreso en el caso. Uno incluso le sugirió a Verónica dejar de buscar a su hijo si no está satisfecha con sus servicios legales.

Afortunadamente, ha encontrado apoyo en la colectiva Madres Exigiendo Justicia contra la Violencia Vicaria. Este grupo le ha brindado apoyo emocional y orientación jurídica para impulsar su caso hacia adelante.

La lucha por recuperar a su hijo tiene un componente urgente para Verónica: ella teme por la salud física y emocional del niño. Todos los signos indican que se encuentra en condiciones deplorables mientras permanece en la custodia del padre.

Verónica concluye diciendo: "Mi hijo está sufriendo y nadie parece prestarle atención. Solo quiero que regrese conmigo y reciba amor en un entorno seguro".

Esta historia es una muestra desgarradora de los graves problemas que enfrentan muchas mujeres al intentar escapar de relaciones violentas y luchar por la custodia de sus hijos. Es fundamental que las autoridades tomen acción inmediata para proteger a los más vulnerables en nuestra sociedad y brindar justicia a quienes lo necesitan.

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