La situación de las mujeres indígenas en el estado de Puebla y su lucha contra la discriminación
En el estado de Puebla, la población indígena femenina supera a la masculina, con 542,042 mujeres y 501,074 hombres. Sorprendentemente, a pesar de esta realidad demográfica, el estado se sitúa en el segundo lugar a nivel nacional en términos de discriminación hacia las mujeres indígenas.
Cada 5 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena para rendir homenaje a estas mujeres pertenecientes a los pueblos indígenas. En Puebla, que cuenta con una población total de 6.5 millones de habitantes y 1.04 millones son indígenas según datos del Instituto Poblano de los Pueblos Indígenas.
Puebla ocupa el cuarto lugar nacional en cuanto a población indígena y destaca por las regiones con mayor concentración como Tehuacán (14.5%), Sierra Negra (11.4%), Puebla interior (10.5%), Zacapoaxtla (9.9%) y Teziutlán (9%).
No obstante su riqueza cultural, Puebla también registra altos índices de discriminación étnica según la Encuesta Nacional sobre Discriminación del INEGI en 2022. El informe reveló que el 32.6% de las mujeres encuestadas afirmaron haber sido discriminadas por su género y origen étnico.
Las formas más comunes de discriminación mencionadas incluyen aspectos físicos como tono de piel o peso, así como características sociales como clase social o lugar de residencia. Además, también se excluye por creencias religiosas, sexo, edad, orientación sexual, origen étnico o afrodescendiente, discapacidad y opiniones políticas, entre otros.
La exclusión de las mujeres indígenas también se refleja en la falta de representación política. Las candidaturas a cargos públicos rara vez son ocupadas por personas indígenas y menos aún por mujeres. Esta situación está estrechamente relacionada con las limitaciones que enfrentan las mujeres indígenas para acceder a oportunidades educativas debido a las barreras impuestas por sus comunidades.
A nivel nacional, la ENADIS 2022 reveló que el 18.9% de la población mayor de 18 años no estaría dispuesta a alquilar una habitación a una persona indígena. Además, el 14.6% se muestra reticente frente a la contratación de personas con VIH/SIDA y solo un 3.3% rechaza contratar a una persona indígena.
Estas cifras deben ser motivo de reflexión y generar un compromiso por parte de las autoridades para garantizar el respeto y los derechos de las mujeres indígenas. Está claro que estas mujeres merecen ser tratadas con igualdad y respeto en todos los ámbitos sociales.