La revolución de Internet y el declive de las bibliotecas públicas: estrategias para mantenerse vigentes
La revolución de Internet amenaza la supervivencia de las bibliotecas públicas, que experimentan una disminución en su asistencia. Ante esta situación, los responsables han optado por estrategias como la organización de actividades y visitas guiadas por parte de profesores para fomentar entre los estudiantes el interés en los libros impresos, valorando aspectos como su olor, textura y dimensiones.
En el caso concreto de la biblioteca pública Sandalio Mejía Castelán, ubicada en Huauchinango, se trata de un espacio regional que además coordina otras siete bibliotecas situadas en diferentes localidades. Para mantenerse vigente, este lugar ofrece actividades como "La Hora del Cuento", "Mis Vacaciones en la Biblioteca" o "Ayuda Tarea", así como otras propuestas relacionadas con las actividades escolares.
Fundada el 26 de febrero de 1985 con un acervo inicial de 5 mil ejemplares sobre diversos temas, esta biblioteca ha sabido adaptarse a lo largo del tiempo. Actualmente se encuentra ubicada en la Casa de Cultura, un edificio histórico que formó parte del antiguo conjunto conventual y ahora se destina a uso público.
A pesar del avance tecnológico y la existencia cada vez más extendida del acceso a internet, continúa habiendo profesores que solicitan políticas para préstamo de libros a sus alumnos. La internet no lo es todo. En ciertas fechas o temporadas específicas aumenta el número de visitantes a esta biblioteca debido al interés por buscar información sobre la fundación ciudadana.
La coordinadora Jessica Sosa Vázquez reconoce que aún hay investigadores y estudiantes interesados en consultar materiales físicos y confiables. La internet no ha reemplazado completamente a los libros en formato físico. Aunque la biblioteca de Huauchinango ha evolucionado en cuanto al servicio y material que ofrece, se espera que estos espacios no desaparezcan, adaptándose a los nuevos tiempos.
En México existen más de 7 mil bibliotecas públicas, las cuales operan bajo la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, proporcionando servicios gratuitos a más de 30 millones de usuarios anualmente. La UNESCO institucionalizó el Día Internacional de las Bibliotecas en 1997 para destacar la importancia de estos espacios como guardianes del conocimiento y cultura humanos.