La efectividad del sistema de justicia de los rarámuris: gratuito, rápido y flexible.
El sistema de justicia de los rarámuris, comunidad indígena del norte de México, se destaca por su efectividad en la reintegración de las personas enjuiciadas. Según Javier Ávila Aguirre, quien participó en el foro buenas prácticas del sistema de justicia durante el Diálogo Nacional por la Paz en la Universidad Iberoamericana campus Puebla, esto se debe a que es un proceso gratuito, rápido y flexible.
El padre Jesuita, radicado en la sierra Tarahumara desde 1975, compartió cómo se llevan a cabo los juicios para reintegrar a las personas que han cometido faltas contra la comunidad. El procedimiento comienza con la aparición inesperada del capitán en el lugar donde vive la persona señalada. Acompañado por tres o cuatro soldados dependiendo del caso, se mantiene una actitud pacífica desde el principio. Incluso puede darse el caso de que el presunto culpable invite a comer a las autoridades.
En cuanto al juicio propiamente dicho, los intentos de huida son considerados como agravantes y en casos extremos se llega al extremo de amarrar al acusado. Una vez declarada culpable, esta persona será privada de su libertad lo cual le impide cumplir con sus responsabilidades familiares y comunitarias afectando así a los tarahumaras.
Tras ser liberados, es crucial llevar acciones dirigidas a evitar tanto la reincidencia como un posible aislamiento social para estas personas. Por ello Javier Ávila plantea que ningún miembro de la comunidad puede criticarles ni recriminarles lo ocurrido; además deben recibir una compensación económica por los días en que estuvieron privados de su capacidad de trabajar.
El sistema de justicia indígena ha demostrado su efectividad en la resolución de conflictos porque las partes involucradas no recurren a abogados, lo que evita gastos y agiliza el proceso. Además, todos colaboran para reintegrar al señalado.
En contraste, los juicios llevados a cabo por el sistema de justicia actual son vistos negativamente por la comunidad tarahumara debido a su excesiva burocracia y porque parece que se premia a los presuntos delincuentes en lugar de castigarlos.
En resumen, el sistema implementado por los tarahumaras ha dado mejores resultados gracias a su gratuidad, rapidez y flexibilidad. Este caso demuestra que es necesario reconocer la sabiduría existente en las comunidades indígenas y considerarla como una valiosa alternativa para la sociedad occidental. Finalmente, se hace hincapié en la falta de preocupación real por parte de las autoridades hacia el bien común y cómo muchas veces priorizan sus intereses personales.