La Central de Abasto en Puebla: Atracción laboral para migrantes, pero con riesgos para sus derechos humanos
La Central de Abasto, situada en San Pablo Xochimehuacan al norte de la ciudad de Puebla, se ha convertido en un importante centro laboral para personas provenientes de otros municipios del estado y de diferentes partes del país. Según estimaciones de la administración general, hasta un 70 por ciento de los siete mil empleos directos generados en el lugar son ocupados por migrantes, principalmente originarios de Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
Sin embargo, esta atracción laboral también implica riesgos para este sector vulnerable. Especialistas advierten sobre la necesidad de proteger los derechos humanos de estos trabajadores debido a que están expuestos a delitos como la trata de personas. La junta auxiliar en donde se encuentra ubicada la Central ha experimentado un aumento en el asentamiento de migrantes debido a su cercanía con las oportunidades laborales que brinda este mercado.
Algunas colonias como Los Cerritos, Santa Bárbara y La Cantera han sido testigos del crecimiento considerable de población inmigrante. Para los habitantes poblanos es algo natural tener vecinos provenientesde otras regiones, ya que muchos llevan años viviendo en la capital y han construido aquí sus hogares. A pesar del flujo constante migratorio hacia Puebla en busca prosperidad económica, no existe un registro oficial o protocolo para conocer las condiciones bajo las cuales estas personas realizan sus actividades económicas.
El administrador Israel García Pineda reconoció que es común ver a trabajadores procedentesde otros estados dentro delparque comercial e incluso familias enteras acompañadas con niños; sin embargo,no hay programas o medidas preventivas enfocadas a evitar discriminación o violaciones a los derechos humanos de estos migrantes. García Pineda mencionó la posibilidad de implementar un protocolo para proteger los derechos laborales y sociales de la población migrante. Uno de los obstáculos destaca es el idioma, por lo que se busca una solución en este aspecto.
En abril pasado, el presidente auxiliar Antonio Blanco Rodríguez reconoció que los niños son principalmente afectados por este fenómeno migratorio. Muchas familias llegan a vivir en condiciones precarias sin recursos suficientes para brindarles alimentación, calzado o educación adecuada.Este problema se agrava con casos de niños que no cuentan con acta de nacimiento debido a que fueron traídos a Puebla sin ser registrados previamente.
Aunque existen dos escuelas bilingües en el área para garantizar la educación de los hijosde las personas migrantes en su lengua originaria (mazateco) y español, algunos enfrentandificultades económicaspara poder asistir regularmente.La atención hacia esta población ha mejorado recientemente gracias a la creaciónde una oficina dedicada expresamente al sector dentro dela presidencia auxiliar.
La historia del señor Eladio, Juan y Cirilo ejemplifica cómo hombres provenientesde Oaxaca han logrado establecerse en San Pablo Xochimehuacan gracias al trabajo proporcionadoporla Central de Abasto.Estos hombres originariosdel estado sureño dejaron su tierra natal buscando condiciones laborales mejoresy hoyen día tienen propiedadesy familias.Pese amantener algunas costumbres y tradiciones,necesitan adaptarse al entorno donde habitan actualmente.En cualquier caso,su presencia ya se ha integrado en la localidad y es considerada como algo natural.
Aunque han pasado varios años desde su llegada a Puebla, ellos intentan preservar sus raíces y tradiciones, sobre todo cuando se trata de celebraciones importantes, donde se visten con trajes típicos de Oaxaca. A pesar de que la descendencia ya no habla el idioma mazateco con fluidez, tratan de mantener sus costumbres ancestrales en eventos como los bautizos o las bodas.
En conclusión, la Central de Abasto en Puebla ha sido un imán para migrantes que buscan mejores oportunidades laborales. Sin embargo, esta situación también expone a estos trabajadores vulnerables a posibles violaciones de derechos humanos. Es necesario implementar políticas públicas y protocolos para proteger sus derechos y garantizar una integración adecuada en la sociedad poblana. Asimismo, es fundamental atender las necesidades educativas y básicas de los niños migrantes para asegurar un desarrollo adecuado.