Julio Huerta Gómez busca mantener a Puebla en la ruta correcta de la cuarta transformación
Julio Huerta Gómez afirma que su carrera política no es un capricho personal, sino el deseo de un grupo conformado por ciudadanos que se encuentran en el servicio público, incluyendo alcaldes y diputados tanto locales como federales, quienes están dispuestos a hacer lo necesario para mantener a Puebla en el camino correcto hacia la cuarta transformación. "Quiero dejar claro que no soy el candidato del gobernador", enfatiza Huerta Gómez, añadiendo que ha decidido competir por la gubernatura debido a las condiciones favorables y la suma de talentosos hombres y mujeres en su equipo de trabajo, con el objetivo de llevar a cabo un gobierno efectivo que cumpla las expectativas de los poblanos.
Huerta Gómez asegura que ser o haber sido primo de Miguel Barbosa Huerta no le beneficia ni perjudica, ya que cada persona imprime su propio sello personal en su gobierno. En caso de ganar las elecciones internas y después las elecciones constitucionales, él será Julio Huerta y no una copia del fallecido Barbosa o una extensión del "barbosismo".
Como director general de Gobierno, Huerta Gómez tuvo un papel importante aunque poco visible. Se encargaba principalmente de establecer relaciones directas con los alcaldes y alcaldesas de todos los partidos políticos para garantizar un ambiente sólido de gobernabilidad. Su objetivo era evitar cualquier situación que pudiera alterar el orden establecido durante el primer gobierno encabezado por Miguel Barbosa. A pesar de no haber estado previamente en el servicio público estatal, él estaba familiarizado con la operación política debido a sus experiencias anteriores en otras trincheras políticas. Huerta Gómez destaca la colaboración con actores políticos de diferentes partidos e ideologías para generar confianza y estabilidad en el gobierno.
El candidato afirma que su relación con Barbosa siempre fue de respeto y agradecimiento, ya que tuvo la oportunidad de trabajar junto a él como director general de Gobierno. Durante las horas posteriores al fallecimiento del gobernador, Huerta Gómez se centró en mantener la gobernabilidad y establecer un diálogo con las fuerzas políticas representadas en el Congreso del estado. Su objetivo era asegurar una transición sin sobresaltos y priorizar la decisión del pueblo poblano al elegir al gobernador sustituto.
En cuanto a su relación con el actual gobernador, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, Huerta Gómez destaca que existe respeto y afecto mutuo. Reconoce a Céspedes como líder y jefe político del grupo actualmente, además de aplaudir su trabajo durante los seis meses que lleva en el cargo. Aunque reconoce que tiene un estilo diferente al de Barbosa, apoya los cambios realizados en el equipo de trabajo para imprimir su propio matiz al gobierno.
En conclusión, Julio Huerta Gómez busca cumplir las expectativas del pueblo poblano a través de un gobierno efectivo basado en la colaboración y sumando talento humano. Asegura que no será una copia ni extensión del fallecido Miguel Barbosa Huerta, sino que marcará la diferencia y dejará su propio sello personal si resulta electo como gobernador.