Juez Julio Vargas Domínguez es acusado nuevamente por no aplicar la perspectiva de género y el interés superior de la niñez
El juez Julio Vargas Domínguez, del Poder Judicial del Estado de Puebla, ha vuelto a estar en el ojo del huracán al ser señalado por no aplicar la perspectiva de género y no actuar en interés superior de la niñez. En esta ocasión, el caso de Alejandra Calva Rivera ha puesto en evidencia las acciones del juez, quien permitió que la expareja de Alejandra le quitara a su hija y manipulara a la menor para separarla de su madre.
En una entrevista con El Sol de Puebla, Alejandra reveló que aunque legalmente el caso se trata de guarda y custodia, ella considera que debería haber sido tratado como sustracción de menores debido a las acciones engañosas y perjudiciales de su ex pareja, Jorge Alberto N. La situación se complicó cuando Jorge Alberto se enteró de que Alejandra quería retomar su vida amorosa e intensificó sus acciones para alejar a la niña.
Desde entonces, Alejandra ha luchado por recuperar a su hija, enfrentando obstáculos legales y emocionales. El abogado José Cándido De la Fuente otorgó la custodia al padre sin el consentimiento completo de Alejandra. A pesar incluso que Jorge Alberto rehizo su vida con otra persona y tuvo otro hijo, continúa impidiendo una convivencia sana entre madre e hija.
Alejandra desconoce el paradero actual de su hija y sus condiciones diarias debido a las maniobras obstaculizadoras del padre. A pesar de mínimos encuentros en un Centro Familiar Comunitario (Cecofam), la relación entre madre e hija sigue siendo afectada negativamente por los actos dañinos perpetrados por el padre.
Además, Julio Vargas Domínguez ha sido duramente criticado anteriormente por fallas similares en otros casos relacionados con violencia contra las mujeres. La falta de perspectiva adecuada lo hace proclive a dar custodias a padres potencialmente abusivos.
Alejandra solicita justicia para recuperar a su hija mientras denuncia las irregularidades cometidas durante este proceso legal controvertido. La presión mediática se suma al reclamo popular para exigir transparencia y equidad en este caso emblemático que ilustra los desafíos legales que muchas mujeres enfrentan ante situaciones familiares complicadas.