Investigación revela fraude a pobladores en Pantepec por invasores de rancho
La Fiscalía del Estado de Puebla (FGE) ha abierto una investigación tras la invasión de un rancho en Pantepec, el cual resultó ser un fraude hacia los pobladores de las comunidades cercanas a Cebadillas. Las personas que se hacían llamar Hipólito Pomposo, José Del Castillo y Miguel Ángel N., quienes afirmaban ser representantes del grupo, no pertenecían al municipio de Pantepec y han estafado a los habitantes diciendo que iniciarían un proyecto para entregar tierras para cultivo. Esta estafa tenía un costo de mil pesos por el trámite o 50 mil pesos por la entrega de 3 hectáreas para trabajar, con la condición de presentarse en el predio invadido durante las gestiones correspondientes.
El incidente de invasión y desalojo realizado el pasado 5 y 27 abril en un rancho cercano a Cebadillas, ha involucrado a figuras públicas en la región Norte de Puebla. Se dio a conocer este caso cuando se supo del desalojo repentino ocurrido el 27 abril, donde aproximadamente 40 personas fueron expulsadas después de haberles prestado una fracción de tierra para sembrar maíz y otros productos en terrenos pertenecientes al señor Benito García. Sin embargo, García aseguró no tener ningún acuerdo con ellos.
Para evitar que la situación empeorara, elementos policiales estatales y municipales provenientes Huauchinango, Xicotepec, Venustiano Carranza y Pantepec llegaron al lugar. Durante el enfrentamiento con los ocupantes armados con piedras, palos y machetes, uno policía estatal resultó herido en la mano por un machete.
El encargado del rancho invadido, Ricardo Huidobro Austria, declaró que el 5 de abril de este año, aproximadamente 40 campesinos llegaron a invadir la propiedad con el objetivo de revenderla a bajo precio. Durante la invasión, los agresores atacaron a los vaqueros y se apoderaron del ganado, maquinaria y tierras de cultivo.
Huidobro Austria afirmó que el 7 de abril las autoridades policiales y representantes de la Secretaría de Gobernación se reunieron con los invasores, quienes exigieron pruebas que respaldaran la propiedad. Sin embargo, los supuestos agricultores no pudieron demostrar su vínculo con las tierras ya que García presentó un contrato escrito como prueba contundente en contra de sus falsas afirmaciones.
