Habitantes cercanos a la presa La Soledad preocupados por posible restricciones en la flora y fauna ante su declaratoria como Área Natural Protegida
La posible declaración de la presa La Soledad como Área Natural Protegida (ANP) ha generado expectativa entre los habitantes de las comunidades cercanas, quienes temen que haya restricciones en el aprovechamiento de la flora y fauna del lugar que utilizan para alimento y comercialización. Aunque la propuesta busca salvaguardar la identidad genética de las especies endémicas y asegurar su preservación y aprovechamiento sustentable, los prestadores de servicios señalan que podría privar a la población local de proveerse de recursos naturales necesarios para su subsistencia.
El gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, anunció en mayo pasado durante el Festival de la luciérnaga 2023 que iniciaría el proceso para declarar esta zona como ANP con el fin no solo de promover el turismo, sino también cuidar y preservar el medio ambiente. Los lancheros, quienes descubrieron en 2016 a las luciérnagas reproduciéndose allí e idearon emprender recorridos sin interrumpir o afectar su hábitat, consideran un beneficio esta medida ya que ayudará a salvaguardar el área donde se encuentra dicha reproducción.
No obstante, los habitantes locales desconocen en qué consiste dicha declaratoria y temen por su subsistencia debido a afectaciones económicas al prohibirse actividades importantes para ellos como pesca, cacería o tala forestal. Pedro Ávila López cree que esa implementación será beneficiosa para los prestadores de servicio ya que se evitarán temas como tala inmoderada o uso excesivo pesticidas donde viven las luciérnagas; sin embargo, para las familias y agricultores cercanos la situación es complicada porque también aplican dichos químicos para aumentar su producción de café.
El número de turistas que llegan por temporada no se verá afectado ya que los servicios ofertados siempre se han mantenido al cuidado del medio ambiente y, por lo tanto, respetando el hábitat natural de éstas. El avistamiento de luciérnagas inicia a principios de mayo concluyendo a finales de agosto en los cuales son miles los visitantes quienes acuden en busca del recorrido prestado por los habitantes locales, cuidando así el entorno y recursos naturales.