El sincretismo religioso en México: la Xochipila, un centro ceremonial prehispánico vivo y activo en Xicotepec
En el centro ceremonial prehispánico de Xicotepec, ubicado en la cabecera municipal, se llevan a cabo ofrendas todos los días y a cualquier hora. Aunque su fiesta más importante se celebra el 24 de junio, este lugar representa claramente el sincretismo religioso en México entre el cristianismo y la cosmovisión indígena.
Este centro ceremonial se encuentra en un montículo rocoso cerca del centro del Pueblo Mágico de Xicotepec y a escasos 200 metros de la iglesia de San Juan Bautista. Con una altura de aproximadamente 20 metros, está dividido en tres partes que representan dimensiones distintas.
El mayordomo mayor encargado de este centro ceremonial es Hugo Isidro Pérez Becerra. Él explicó que la Xochipila solía ser un lugar donde los totonacos realizaban ofrendas, aunque también había influencia nahua. Según Pérez Becerra, fueron los totonacos quienes llevaron los saberes y creencias de Gran Tenochtitlán a esta parte de la Sierra Nororiental.
Se dice que cuando cayó el imperio mexica, este teponaztli original fue traído desde el altiplano central (lo que hoy conocemos como México) hasta Xicotepec. Hay documentos que sugieren que esta pieza original era hecha con "ébano y ojos de jade", pero después se perdió hace varias décadas y ahora solo hay una réplica hecha también de madera utilizada en la fiesta del 24 de junio.
En este lugar sagrado para los mexicanos originales, se cree que es posible lograr una comunicación o conexión con el universo a través de su campo energético.
La Xochipila está dividida en tres partes claves: una representa el cielo, otra la tierra y la última el inframundo. Además, hay una plazuela que se utiliza para eventos y actividades.
A diferencia del cristianismo, en el 24 de junio no se celebra a San Juan Bautista, sino a "Juanito Techachalco", cuyo espíritu se cree que representa la energía presente en este lugar y es a través de él que las personas pueden establecer un contacto con el universo. Pérez Becerra explicó que tanto el jade como la Xochipila tienen un significado similar: son campos de energía y espiritualidad para una parte central de México.
Quienes acuden al centro ceremonial tienen diferentes propósitos: conectarse espiritualmente, hacer peticiones por salud, economía o bienestar, o incluso recuperar los espíritus perdidos. También hay campesinos que acuden en fechas relacionadas con el calendario agrícola para pedir por la fertilidad de la tierra y purificar sus semillas.
Entre las experiencias vividas como resultado de estas peticiones se encuentran casos exitosos de fertilidad en parejas. Los matrimonios que han acudido al centro ceremonial buscando ser padres han regresado agradeciendo durante la siguiente fiesta por los resultados positivos obtenidos.
En cuanto al cristianismo presente en La Xochipila, se cree hubo una alianza entre los totonacos locales y los mexicas contra Hernán Cortés. Esto resultó en un trato favorable hacia los gobernantes indígenas (comenderos), quienes fueron encargados de propagar esta religión en la Sierra Norte. Sin embargo, también se detectó un conflicto de interés, ya que estos encargados de promover el catolicismo también mantenían su cosmovisión indígena original.
Se cuenta una anécdota en la que un sacerdote de la época intentó terminar con las prácticas paganas en La Xochipila al considerarla un lugar de ritos contrarios a la iglesia. Pero los comenderos indígenas se coordinaron con la comunidad para utilizar sus conocimientos astronómicos y crear una fijación de piedra en el montículo que formara un pez durante el solsticio previo a la fiesta de Techachalco. Esto fue presentado al sacerdote como evidencia de que se honraba al pez, símbolo del cristianismo, y no realizaban ritos paganos.
Cada 24 de junio, el mayordomo entrega tanto el teponaztli como el bastón de mando a las autoridades municipales en Xicotepec. Estas piezas son llevadas masivamente a La Xochipila, siguiendo una tradición iniciada hace más de quinientos años con la pieza original.
En este lugar sagrado, las autoridades pueden tocar y fumar un cigarrillo colocado en el hocico del teponaztli, cuya figura es representada por un mono tallado en madera. Si el cigarrillo se consume por completo durante esta ceremonia simbólica significa que todo va bien; si no se consume completamente indica algún problema que debe ser corregido.
Para dejar claro cualquier malentendido o creencia equivocada sobre prácticas oscuros o perjudiciales en La Xochipila, Pérez Becerra aclaró que este lugar es de luz y se celebra la fertilidad de la tierra y la salud. Es un sitio con luminosidad donde se busca el bienestar y no la oscuridad.