El obispo auxiliar de Puebla pide oraciones por víctimas de violencia y desaparición
El obispo auxiliar de Puebla, Francisco Javier Martínez Castillo, lideró la misa en la majestuosa Catedral, solicitando fervientes oraciones por el descanso eterno de Camila, una niña de ocho años brutalmente secuestrada y asesinada en Taxco la semana pasada. En este día sagrado para la comunidad católica, que conmemora la resurrección de Cristo tras su crucifixión, el obispo auxiliar honró la memoria de esta pequeña guerrera guerrerense.
Además, exhortó a los fieles a elevar sus plegarias por el retorno seguro del desaparecido Guillermo Raúl López Escobedo, visto por última vez el 28 de diciembre mientras realizaba una venta en Amozoc. Lamentablemente, el prelado también lamentó la creciente inseguridad y odio que azota tanto al estado como al país en estos tiempos tumultuosos.
Enfocándose en combatir la indiferencia ante la violencia imperante, recalcó que no se debe normalizar ni ignorar las atrocidades que acechan a nuestra sociedad. La empatía y misericordia son virtudes fundamentales para preservar la cohesión social y evitar su eventual descomposición.
Asimismo instó a los devotos a reflexionar sobre su entorno y rechazar cualquier forma de violencia; además les recordó que es responsabilidad colectiva abogar por un mundo más justo y equitativo para las generaciones venideras. Finalmente hizo un llamado vehemente para exigir transparencia y justicia a las autoridades locales, estatales y nacionales con el fin de erradicar corruptelas e injusticias sociales arraigadas: "No podemos permitir nunca normalizar actitudes corrosivas como corrupción o engaño", concluyó.