El copal: un elemento esencial en la ofrenda del Día de Muertos y su importancia desde la época prehispánica
El copal, un elemento imprescindible en el Día de Muertos, tiene sus raíces en la antigua era prehispánica. Este producto natural se encuentra en los árboles de copal de la región de Juan N. Méndez, parte de la reserva Tehuacán-Cuicatlán. Su olor intenso perdura por más tiempo que otros inciensos comerciales.
En esta temporada, muchas personas se dedican a recolectar el copal para venderlo o utilizarlo en sus hogares durante Todos Santos. Además de su uso aromático, este incienso es importante en las limpias y se cree que puede mejorar las condiciones de salud cuando hay malestar inexplicado.
La reserva natural también alberga una variedad de plantas y animales en peligro de extinción, como el tlacuache mapache y el venado. Los miembros del comunidad se encargan de proteger estos recursos naturales para evitar su saqueo.
El término "copal" viene del vocablo náhuatl "copalli". Quemar este incienso tiene un significado espiritual y sanador según creencias ancestrales. Además, tiene beneficios como aliviar dolores de cabeza y regular la presión arterial.
En ceremonias antiguas y actuales, el copal se utiliza como forma purificación y agradecimiento hacia los dioses. Los sacerdotes dirigían ese humo hacia los cuatro puntos cardinales y hacia el sol para honrar a los dioses.
Sin duda, el copal es un elemento clave tanto en las tradiciones culturales como en las prácticas medicinales ancestrales presentes hoy día.