Desocupadas y cuarteadas: Las secuelas de la explosión en San Pablo Xochimehuacan
A dos años de la explosión en los ductos de gas en San Pablo Xochimehuacan, al norte de la ciudad de Puebla, se encuentran desocupadas aproximadamente un tercio de las viviendas construidas y otorgadas a los damnificados cerca del penal de San Miguel. Además, se han registrado cuarteaduras en al menos tres casas construidas cerca del lugar del incidente.
Varias familias afectadas afirman que será difícil recuperar el patrimonio que tenían antes de la tragedia. Incluso algunas no lograron reconstruir sus hogares porque les dijeron que ocupaban una zona irregular. Aunque el entonces gobernador Miguel Barbosa reconstruyó y entregó 48 viviendas a los damnificados, muchas familias coinciden en que su calidad de vida ha empeorado debido a que las dimensiones de sus nuevas propiedades son más pequeñas comparadas con las anteriores.
El periódico local El Sol de Puebla visitó a algunas familias para conocer cómo han logrado sobreponerse a la tragedia. Sin embargo, muchas coinciden en que todavía existe una necesidad fundamental por vivienda ya que algunos aún tienen que rentar debido a falta de reconstrucción o porque las casas otorgadas no satisfacen sus necesidades.
La mayoría de las casas afectadas en Xochimehuacan eran habitadas por más una familia, pero con la reconstrucción solo recibieron hogares con capacidad para alojar máximo dos familias y en condiciones precarias. Esta situación se ve empeorada por problemas económicos e inseguridad presentes tanto en el área del penal como cerca del sitio donde ocurrió la explosión.
En cuanto al conjunto habitacional Lomas de San Miguel, cercano al penal, solo 14 casas de las 22 construidas están habitadas. Varios dueños originales han decidido no vivir en el lugar y han optado por rentar sus propiedades a terceros. La zona tiene apariencia de abandono y los vecinos señalan problemas de inseguridad.
Para poder acceder a estas viviendas, los residentes deben caminar al menos 15 minutos desde la calzada Emiliano Zapata y el área es considerada insegura. Además, se mencionan dificultades para acceder a servicios básicos como la recolección de basura.
Las casas presentan diferentes problemas como robos, falta de instalaciones adecuadas y condiciones inseguras que preocupan a los residentes.
En resumen, dos años después del incidente en San Pablo Xochimehuacan, muchas familias afectadas aún no han logrado recuperarse completamente. Se enfrentan a situaciones precarias debido a la falta de reconstrucción adecuada y problemas económicos e inseguridad en las áreas donde ahora viven.