Condena el presidente municipal de Puebla la privación de libertad y asesinato de un elemento de la Guardia Nacional, exigiendo justicia ejemplar
El presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, denunció y condenó enérgicamente la privación de libertad y asesinato de un elemento de la Guardia Nacional ocurrido el pasado fin de semana. En declaraciones a los medios de comunicación, Rivera Pérez expresó su solidaridad con la familia y todo el equipo de la Guardia Nacional, con quienes ha trabajado en coordinación. Asimismo, exigió a las autoridades responsables una investigación exhaustiva para encontrar a los culpables y que se aplique una justicia ejemplar y rápida.
El incidente ocurrió cuando el elemento se encontraba realizando labores de inteligencia junto con sus compañeros en la Central de Abasto. Fueron detenidos por supuestos elementos de seguridad privada acusados de comportamientos sospechosos. Dos efectivos lograron escapar, pero Isauro G.V fue capturado y presuntamente entregado a un grupo delictivo.
La Guardia Nacional ha implementado operativos para buscar al elemento desaparecido y tras revisar las cámaras de videovigilancia logró ubicar su cuerpo sin vida, que presentaba signos evidentes de tortura. El cadáver fue abandonado detrás del panteón en la junta auxiliar de La Resurrección.
En respuesta a estos hechos lamentables, la mesa directiva de Unión Empresarial emitieron un comunicado reprobando lo sucedido e insistiendo en su disposición para colaborar con las autoridades competentes en el esclarecimiento del caso. A su vez solicitaron la intervención conjunta del gobierno federal, estatal y municipal para implementar una estrategia efectiva que garantice seguridad tanto para los comerciantes como para la comunidad de la Central de Abasto, importante centro de distribución alimentaria en Puebla y en la región.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que se registran incidentes de inseguridad en la Central de Abasto y sus alrededores. En junio pasado, se descubrió un túnel clandestino utilizado para robar combustible, el cual comenzaba en una taquería ubicada en el estacionamiento del tianguis de ropa La Piedad.