El día viernes a las 8:30 (hora local) Alaska sufrió la fuerza de un terremoto de 7.0 grados de magnitud con epicentro en la región de Point MacKenzie, teniendo una réplica de 5.7, lo cual provocó que el gobernador de Alaska, Bill Walker, declarara zona de desastre.
Después de eso, ocurrieron aproximadamente 20 réplicas en un tiempo de dos horas con una magnitud entre 3.0 y 5.1 grados.
Comentó que se comunicó directamente con la Casa Blanca para trabajar con el personal de emergencia y asegurar a los habitantes para que estén fuera de riesgo.